1 de cada 10 adolescentes de Wisconsin intentó suicidarse en los últimos 3 años

WISCONSIN (TELEMUNDO WI) -- En enero pasado, el gobernador de Wisconsin, Tony Evers, declaró 2023 como "el año de la salud mental", lo que ayudó a crear conciencia sobre lo que él llamó una "crisis floreciente" que afecta a los niños y sus familias.

Pero de acuerdo con un informe anual publicado recientemente por la Oficina de Salud Mental Infantil del estado (OCMH), esa crisis continúa - y en algunos aspectos, ha empeorado.

El viernes 12 de enero, funcionarios de la agencia estatal se reunieron con miembros de los medios de comunicación, legisladores estatales y estudiantes afectados para discutir el informe y su objetivo de examinar el bienestar y encontrar soluciones para mejorar el sistema de salud mental.

"El bienestar mental y la inversión en su bienestar mental es importante. Es algo que todos tenemos que hacer", dijo la directora del OCMH, Linda Hall. "Puedes marcar la diferencia en la salud mental de alguien, un joven o un adulto, sólo con una interacción de 40 segundos".

¿Algunas conclusiones clave?

Uno de cada 10 adolescentes de Wisconsin intentó suicidarse en los últimos tres años: el 48% de todos los jóvenes LGBTQ+ del estado están considerando seriamente el suicidio, una cifra que es un 3% superior a la tasa nacional.

El número de niños con depresión grave está aumentando, y la mitad de los jóvenes de Wisconsin han sido diagnosticados con depresión, ansiedad, problemas de conducta u otras enfermedades mentales.

El informe sigue mostrando que la mitad de los niños de Wisconsin dicen tener problemas para recibir ayuda, y la mitad de los que tienen entre 3 y 17 años y han sido diagnosticados no reciben ningún tratamiento.

Las autoridades señalaron que el número de niños de entre 12 y 18 años que sufren un episodio depresivo grave ha aumentado hasta el 16%, lo que supone un crecimiento del 2% en los últimos cinco años, y que casi el 40% de los adultos jóvenes de entre 18 y 25 años padecen enfermedades mentales.

También se descubrió que muchos, pero especialmente las niñas, los niños de color y los jóvenes LGBTQ+, se enfrentaban a tasas "extremadamente preocupantes" de depresión, ansiedad, autolesiones y pensamientos suicidas.

Según la investigación, algunos de los factores estresantes eran el racismo y la discriminación (en particular hacia las políticas anti-LGBTQ+), la inseguridad económica o alimentaria, la división política, el cambio climático, la violencia armada generalizada y las presiones académicas.

Otros factores preocupantes que contribuyen al deterioro de la salud mental de los jóvenes, según el informe, son el descenso del número de niños de 4 años que asisten a preescolar, el doble de adolescentes que consumen tabaco y el menor número de niños que participan en actividades extraescolares.

Pero el informe también mostraba cierto crecimiento positivo.

Disminuyó la tasa de natalidad entre los adolescentes, se redujo el consumo de alcohol entre los adolescentes, los estudiantes dormían más y aumentó el número de trabajadores sociales, orientadores y psicólogos en las escuelas.

"Creo que uno de los aspectos positivos de esta crisis es que estamos estudiando en profundidad qué podemos hacer desde el principio para que los jóvenes estén mentalmente bien", afirma Hall. "Es realmente importante para nosotros crear una financiación sostenible más continua para la salud mental".