El Senado vota para confirmar a Ketanji Brown Jackson como magistrada de la Corte Suprema

ARCHIVO - La jueza Ketanji Brown Jackson, postulada para la Corte Suprema, presta juramento antes de declarar ante la Comisión Judicial del Senado, 21 de marzo de 2022, en el Capitolio en Washington. (AP Foto/Jacquelyn Martin, File)

Por MARY CLARE JALONICK y MARK SHERMAN

WASHINGTON (AP) — El Senado ha confirmado este jueves a Ketanji Brown Jackson como jueza de la Corte Suprema, con 53 votos a favor, a propuesta del presidente, Joe Biden, convirtiéndola en la primera magistrada negra del máximo tribunal.

El equilibrio político de la corte no cambiará en cualquier caso: la mayoría (seis) sigue siendo conservadora, frente a tres progresistas (Brown Jackson sustituirá al juez progresista Stephen Breyer).

Jackson recibió el voto de los 50 senadores demócratas y de tres republicanos moderados: Susan Collins (por Maine), Lisa Murkowski (Alaska), y Mitt Rommey (Utah), que indicaron que aunque no estén siempre de acuerdo con sus posturas sí la consideran enormemente cualificada para el puesto.

Durante la audiencia de confirmación, los miembros republicanos del Comité Judicial del Senado la interrogaron ferozmente sobre su historial de sentencias y la acusaron de ser demasiado liberal y débil contra los criminales.

“Llevo casi una década como jueza y me tomo muy en serio esa responsabilidad y mi deber de ser independiente”, dijo Jackson al Comité Judicial del Senado durante la audiencia de confirmación.

“Decido los casos con una postura neutral", dijo, "evalúo los hechos, e interpreto y aplico la ley a los hechos del caso que tengo ante mí, sin miedo ni favoritismos, en consonancia con mi juramento”.

Por primera vez en la historia de la Corte Suprema, cuatro de los nueve jueces serán mujeres: junto a Brown Jackson hay otras dos magistradas progresistas (Sonia Sotomayor y Elena Kagan), además de conservadora Amy Coney Barrett. Y por primera vez en 30 años, ninguno de los miembros del tribunal superará los 75 años de edad.

El primer mandato de Jackson, de 51 años, estará marcado por casos relacionados con la raza, tanto en las admisiones universitarias como en el derecho de voto. Se ha comprometido a no participar en el examen del programa de admisiones de Harvard, ya que es miembro del consejo de administración de la universidad.

Jackson, que se desempeña desde hace ocho meses como jueza en la Corte de Apelaciones para el Distrito de Columbia (antes sirvió ocho años como juez federal de primera instancia), ocupará la plaza que dejará vacante en verano Stephen Breyer, convirtiéndose en la segunda magistrada más joven de la Corte Suprema, después de Barrett, y la primera desde Thurgood Marshall con una experiencia significativa como abogada defensora.

Nació en Washington, pero creció en Miami, Florida, donde su madre era administradora escolar y su padre ejercía como abogado de la junta escolar del condado de Miami-Dade.

Su vida fue moldeada por las experiencias de sus padres por la segregación racial y las leyes de derechos civiles que se promulgaron una década antes de que ella naciera, según relató.

Fue campeona nacional de oratoria y presidenta del cuerpo estudiantil en la escuela secundaria, y luego se graduó de la Universidad de Harvard. Fue asistente legal de Breyer en la Corte Suprema, quien una vez la describió como “genial, brillante, decente, con una mezcla de sentido común y consideración”.

Pasó siete años como abogada, y también fue asistente de defensor público en Washington, representando a los acusados que no podían pagar un abogado. También sirvió en la Comisión de Sentencias, que establece las pautas que deben seguir los jueces federales para imponer castigos, y ayudó a reducir las penas recomendadas para los infractores de drogas no violentos.

Como jueza, no tiene registro de fallos, escritos o discursos sobre los temas candentes del aborto, el derecho a portar armas o la libertad de religión.

Comparte este artículo: